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Esta especie de “terremotos” es solo uno de los varios fenómenos descubiertos por Gaia.

Una serie de extraños movimientos similares a tsunamis o terremotos en la corteza de las estrellas han sido revelados por el observatorio espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés).

Esta especie de “terremotos” es solo uno de los varios fenómenos descubiertos por Gaia, una misión lanzada en el año 2013 con el propósito de crear un mapa de alta precisión de la Vía Láctea.

“Los ‘terremotos estelares’ ofrecen una oportunidad única de acrecentar nuestro aprendizaje sobre las estrellas, en particular sobre sus interacciones internas. Gaia está allanando el camino para la ‘asterosismología'”, aseguró Conny Aerts, profesor del Instituto de Astronomía de Leuven en Bélgica y miembro del proyecto Gaia.

La ESA describió las vibraciones estelares detectadas por Gaia como “tsunamis a gran escala” que modifican la forma de las estrellas. Gaia no fue creado originalmente para detectar el inusual fenómeno, pero sus instrumentos pudieron captar un intenso movimiento en la superficie de miles de estrellas, incluyendo algunas en las que rara vez se habían visto perturbaciones similares.

Anteriormente, Gaia había detectado oscilaciones radiales que causaban que algunas aumentaran o disminuyeran su tamaño sin perder su forma esférica.

Gaia se encuentra en una posición única a poco más de un millón de kilómetros de la Tierra en dirección opuesta al sol. La nave espacial está equipada con dos telescopios cuyo propósito es escanear nuestra galaxia desde un lugar llamado Punto Lagrange 2 o L2. En este punto, la nave puede permanecer estable gracias al equilibro gravitatorio entre la Tierra y el Sol.

Esto también significa que la nave espacial sufre interferencias lumínicas provenientes de la Tierra y puede usar la cantidad mínima de combustible para permanecer en una posición fija.

“Con este cúmulo de datos es posible imagen completa de la Vía Láctea y ahondar más en todo lo que implicó su formación mediante la recolección de evidencia de choques violentos con otras galaxias y períodos de fuerte formación estelar”, explica Nicholas Walton, investigador del Instituto de Astronomía de la Universidad de Cambridge.

Gran parte de la información más reciente sobre la Vía Láctea ha sido recolectada por Gaia gracias a la espectroscopia, una técnica en la que la luz de las estrellas se divide en colores primarios, algo similar a un arcoíris.

Los datos recogidos por Gaia también arrojan luz sobre la composición química, las temperaturas, la masa y la edad de las estrellas, así como la velocidad a la que se acercan o se alejan de la Tierra. Además, se reveló información sobre 150.000 asteroides de nuestro vecindario estelar.