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La jueza Ann Donnelly dictó la sentencia.

El cantante R. Kelly, autor de la reconocida balada de la década de los 90 “I Believe I Can Fly”, fue sentenciado este miércoles a 30 años de prisión, luego de haber sido declarado culpable de los nueve cargos que pesaban en su contra por tráfico sexual.

La jueza Ann Donnelly dictó la sentencia en un tribunal de Brooklyn, luego de analizar los fuertes testimonios de varias víctimas de Kelly.

“Me degradaste, me humillaste y destruiste mi espíritu”, declaró una de las mujeres bajo condición de anonimato. “Llegué a desear mi muerte por la forma en que me degradaste”, agregó.

La víctima trajo a colación un incidente en el fue forzada a practicarle sexo oral al cantante “después de un partido de baloncesto, en un auto con tus amigos”.

“Evité recordar tu nombre y escuchar tus canciones. Lo que hiciste dejó una mancha permanente en mi vida”, expresó la víctima.

Kelly, de 55 años, fue condenado en septiembre pasado por extorsión y por violar la Ley Mann, que prohíbe transportar personas entre estados “para cualquier propósito que vaya en contra de la moral”.

El equipo de abogados de Kelly argumentó en un documento que una pena de más 10 años de prisión sería “más de lo necesario”.

Durante el juicio en el que se evaluaron los testimonios de seis personas, los fiscales dijeron que Kelly era un depredador sexual en serie que había abusado de mujeres jóvenes, niños y niñas, durante más de 20 años.

La fiscalía alegó que él y su séquito organizaron una empresa que reclutaba y preparaba a las víctimas para tener relaciones sexuales, planificando viajes a eventos y conciertos en Estados Unidos.

Kelly también fue acusado de maltrato físico, obligando a sus víctimas a habitar en espacios confinados y a controlar incluso cuántas veces al día podían hacer sus necesidades fisiológicas.

Los abogados del veterano cantante intentaron señalar a la parte acusadora como personas que buscaban explotar su fama gracias al surgimiento del movimiento “Me Too”, el cual contribuyó a arrojar luz sobre el comportamiento del músico fuera de los escenarios.

En 2019, una serie producida por el canal Lifetime llamada “Surviving R. Kelly”, sacó a la luz los testimonios de varias personas abusadas, lo que causó una mayor atención pública sobre las posibles consecuencias legales que debía enfrentar el intérprete de R&B.

Después de su sentencia, está previsto que Kelly también sea juzgado en agosto en Chicago por cargos federales de pornografía infantil y obstrucción de la justicia.