Serbia
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El gobernante Partido Progresista de Serbia (SNS, por sus siglas en serbio) obtuvo una cómoda victoria en las elecciones parlamentarias del domingo, según el primer recuento oficial de votos. Sin embargo, la oposición ha desconocido los resultados y ha alegado que existieron irregularidades en la carrera por el ayuntamiento de la capital, Belgrado.

En estas elecciones parlamentarias y locales se enfrentaron el Partido Progresista de Serbia, del presidente Aleksandar Vučic, contra la alianza opositora Serbia Contra la Violencia, un bloque pro Unión Europea, que engloba a varios partidos que participaron en las protestas callejeras contra dos tiroteos masivos que tuvieron lugar en mayo.

Según las autoridades electorales, el SNS obtuvo el 47% de los votos en la votación parlamentaria, seguido por Serbia contra la Violencia con el 23%, mientras que el porcentaje restante se repartió entre otros partidos más pequeños. Cabe destacar que estos comicios se celebraron tan solo 18 meses después de la votación presidencial.

En caso de confirmarse estas cifras, el SNS tendrá la mayoría absoluta en el parlamento de 250 miembros y formará el próximo gobierno por sí solo.

No obstante, los resultados oficiales del ayuntamiento de Belgrado aún no se han anunciado, aunque varias encuestadoras dan por ganador al SNS con el 38% de los votos, seguido de cerca por Serbia Contra la Violencia con un 35%. Empero, la coalición opositora alegó fraude, citando numerosos informes de irregularidades tanto durante la campaña como en el día mismo de la votación.

En este sentido, varios observadores y medios de comunicación se han hecho eco de las denuncias de Serbia Contra la Violencia, afirmando que, por ejemplo, miles de serbios étnicos de la vecina Bosnia fueron transportados en autobuses para votar en Belgrado. También han existido acusaciones de pagos o presiones a los ciudadanos para que apoyen al partido gobernante.

Vučic y su partido negado contundentemente todos estos señalamientos.

Entretanto, la oposición dijo que presentaría una queja oficial y que convocaría a manifestaciones callejeras.

“La presencia de votantes que no viven en Serbia, y mucho menos en Belgrado, constituye una flagrante violación de la ley”, expresó la dirigente opositora Marinika Tepić. “Haremos uso de todos los instrumentos legales de los que disponemos para defender la democracia y la voluntad de nuestro pueblo”, añadió.

Bajo el mandato de Vučic, Serbia ha estrechado relaciones con Rusia y su presidente, Vladimir Putin. El país balcánico ha sido candidato a ser miembro de la Unión Europea desde 2014, pero su candidatura se ha estancado en medio de señalamientos de una erosión constante de las libertades democráticas en los últimos años.