Gaza
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Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron el fin de semana el retiro de todas sus tropas terrestres de la zona sur de Gaza, aduciendo “motivos tácticos”, lo cual ha generado dudas sobre la efectividad de la operación militar en territorio palestino.

De acuerdo con un comunicado de las FDI, esta medida obedece a la necesidad de “preservar la libertad de acción y la capacidad para llevar acabos operaciones precisas con base en nuestra inteligencia”.

Algunos analistas creen que la razón principal de la reducción del número de tropas en el sur de Gaza tiene por objetivo brindar un alivio a los miles de efectivos que durante varios meses han librado intensos combates en la ciudad de Khan Younis, la cual ha quedado prácticamente en ruinas.

Oficiales israelíes declararon a la prensa local que “no hay necesidad de que permanezcamos allí [en Khan Younis]. Hemos desmantelado las brigadas de Hamás y hemos matado a miles de milicianos. Hicimos todo lo que pudimos”.

No obstante, en la comunidad internacional temen que esta decisión sirva para que Israel reagrupe sus soldados con miras a una ofensiva terrestre sobre la ciudad de Rafah, donde se refugian alrededor de dos millones de personas, lo cual causaría una catástrofe humanitaria sin precedentes.

Cabe destacar que este anuncio se dio justo al inicio de una nueva ronda de negociaciones en la capital egipcia, El Cairo, con el fin de lograr una nueva tregua y la liberación de más rehenes por parte de Hamás.

En este sentido, desde Tel Aviv se informó que los jefes del Mossad, David Barnea, y del Shin Bet, Ronen Bar, se dirigieron a Egipto para encabezar la delegación israelí. En las conversaciones también participan el ministro de Asuntos Exteriores de Catar, Mohammed Al Thani, y el director de la CIA, William Burns.

A pesar de que en noviembre pasado se logró un acuerdo para liberar a 100 rehenes israelíes a cambio de una semana de tregua y de más de 240 mujeres y niños palestinos que permanecían prisioneros en cárceles israelíes, las negociaciones posteriores para alcanzar un cese al fuego más duradero han sido completamente infructuosas.

La ofensiva llevada a cabo por el ejército de Israel contra Gaza luego del ataque de 7 de octubre ha dejado más de 33.000 muertos, alrededor de 75.000 heridos y ha forzado a más de 2 millones de personas a abandonar sus hogares. Asimismo, varios informes de la ONU revelan que existe un riesgo “proyectado e inminente” de hambruna en el pequeño enclave de apenas 365 kilómetros cuadrados de extensión.