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La prensa estadounidense y miembros del sector sanitario de Florida han alertado que, desde el 1 de enero, más de 22.000 niños han sido excluidos de Florida KidCare, un programa de salud infantil subsidiado conjuntamente por el gobierno local y el federal para aquellas familias con ingresos apenas por encima del umbral de Medicaid.

Los funcionarios han explicado que algunos niños fueron eliminados del programa por incumplimiento del pago de las cuotas, algo que fue prohibido por la Ley de Asignaciones Consolidadas que entró en vigencia a principios del presente año, la cual garantiza una cobertura de 12 meses con el pago de al menos una cuota.

La semana pasada, el gobernador republicano Ron DeSantis ordenó la impugnación de esta ley ante un tribunal federal en Tampa, alegando que va en contra de una legislación estatal que ordena el pago mensual de las cuotas.

No obstante, la administración de DeSantis decidió actuar sin esperar el veredicto del tribunal. Según cálculos proporcionados por el Florida Health Justice Project, una organización sin fines de lucro dedicada a la defensa de la salud de personas vulnerables en Florida, tan solo en enero se registraron 6.780 exclusiones en Florida KidCare, mientras que en febrero fueron 5.147, y en marzo, 5.097.

El gobierno de Florida asegura que muchos de estos niños superaban el límite de edad o entraban en otro tipo de cobertura, y que, a lo largo de los últimos años, “el número de cancelaciones ha sido constante”.

Mediante un comunicado publicado hace poco más de una semana, Florida KidCare tachó de “engañosos” los reportes mediáticos sobre esta situación, aunque evitó refutar la reducción de las cifras de cobertura.

“Cancelar la suscripción por falta de pago es vital para la sostenibilidad a largo plazo del programa,  y contribuye a que Florida siga manteniendo sus altos estándares de calidad para los miembros de KidCare”, aseguró.

Asimismo, Florida KidCare resaltó que, en 2023, DeSantis aprobó una ley que aumentaba la elegibilidad a personas con ingresos de hasta un 300% del nivel pobreza establecido por las autoridades federales, lo cual podría permitir el acceso al programa a unos 68.000 niños.

Empero, voceros como la representante demócrata Kathy Castor han repudiado esta y otras medidas aprobadas por la administración de DeSantis, como la prohibición del aborto luego de seis semanas que entró en vigor el miércoles, tachándolas de “hipocresía”.

“Cuando se trata de la capacidad de las mujeres para decidir si tienen hijos y cuándo quieren tenerlos, el estado de Florida y Ron DeSantis dicen: ‘debes tener hijos, tienes que hacerlo’”, expresó la congresista. “Pero, si tienes un niño, entonces te dicen: ‘bien, ahora estás solo’, incluso violando una ley federal”, añadió.