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Orban ha detentado el poder durante más de una década, lo que lo convierte en el líder más longevo de la Unión Europea.

El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, ha obtenido este domingo su cuarto mandato consecutivo (quinto en su carrera política) luego de vencer con una mayoría contundente las elecciones de este domingo, colocándolo en una posición de conflicto con la Unión Europea, que lo ha acusado de fracturar la democracia.

“Ganamos de forma tan contundente que se puede ver desde la Luna, por no decir que desde Bruselas”, dijo Orban a sus seguidores en una manifestación en el centro de Budapest.

El resultado de los comicios en el país europeo fue inesperado, ya que los pronósticos de la semana pasaba arrojaban una diferencia estrecha entre el partido de Orban y el bloque opositor.

Orban, un conservador populista, ha detentado el poder durante más de una década, lo que lo convierte en el líder más longevo de la Unión Europea. Ha extendido su influencia a diversos ámbitos de la vida cotidiana mediante una “democracia iliberal”, en la que los controles ejercidos sobre el gobierno se han debilitado.

Uno de los puntos cruciales sobre los roces con Bruselas es su relación cercana con Vladimir Putin, el presidente de Rusia. La operación militar rusa en Ucrania parecía poner en tela de juicio los estrechos vínculos de Orban con el Kremlin, pero el primer ministro se mantuvo firme en su posición neutral incluso cuando aumentaron las críticas nacionales e internacionales que reclamaban el apoyo a los aliados occidentales contra Moscú.

A pesar de toda la presión ejercida sobre su figura, el veterano político argumentó que la guerra en Ucrania no era asunto de Hungría y que los suministros energéticos rusos seguían siendo indispensables para Budapest.

De hecho, en su discurso de victoria, Orban dirigió críticas al presidente de Ucrania. “Tuvimos que pelear contra los izquierdistas locales, los izquierdistas extranjeros, los burócratas de Bruselas, las empresas de [George] Soros, los medios de comunicación y, en última instancia, incluso contra el presidente ucraniano”, dijo entre risas de su audiencia.

De acuerdo con Daniel Hegedus, experto del German Marshall Fund, el mandatario húngaro había allanado el camino hacia la continuidad de su política exterior, especialmente en lo que respecta a Rusia, lo que podría complicar aún más su relación con Europa.

“La situación se volverá más difícil”, expresó Hegedus. “Mientras esta guerra siga teniendo lugar, a menos que Orban ejerza una moción de veto a las acciones tomadas por la Unión Europea, estará blindado contra reacciones adversas por parte del bloque. Esta victoria aplastante forzará a Europa a aceptar una verdad incómoda: que tiene estados miembros con tintes autoritarios”, agregó.