Volcano
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Una de las principales atracciones turísticas de Islandia, la Laguna Azul, anunció un cierre temporal luego de que la península de Reykjanes, ubicada al sudoeste del país, fuera azotada por más de 1.400 temblores en las últimas 24 horas, generando temores de que una inminente erupción volcánica potencialmente catastrófica.

Reykjanes ha estado en estado de alerta en las últimas semanas luego de que el 25 de octubre se detectara una intensa actividad sísmica, lo que llevó a las autoridades islandesas a emitir un aviso de “fase de incertidumbre”, lo que indica que existe un evento de grandes magnitudes que amenaza a la vida de las personas, a las propiedades o al medio ambiente.

Cabe destacar que desde el 25 de octubre se han registrado un aproximado de 22.000 terremotos de magnitud variable en la nación nórdica, principalmente en la región suroeste.

El jueves pasado, la Oficina Meteorológica de Islandia dijo que había registrado unos 800 terremotos desde la medianoche, y el martes ya esa cifra había aumentado a 1.400 en un período de 24 horas. Los científicos estiman que esta actividad sísmica continúe en los próximos días.

Según el organismo, el evento más potente ocurrió a las 00:46 del miércoles 8 de noviembre cerca del Monte Þorbjörn, con una magnitud de 4.8 grados en la escala de Richter.

Entre los terremotos más grandes se registran siete con una magnitud de 4 o superior. Uno de ellos ocurrió a unos 4.2 kilómetros al este de Sýrlingafell y otro, nuevamente, a 3 kilómetros al suroeste de Þorbjörn.

Un portavoz de la Oficina Meteorológica de Islandia aseguró que, “mientras continúe la acumulación de magma, podemos esperar una actividad sísmica en toda la península de Reikiavik el aumento de la cantidad de magma acumula tensión en el área”.

“Los eventos de anoche [lunes] y de esta mañana [martes] son un ejemplo claro de la actividad sísmica frenética que hemos visto en estos últimos días, y se puede esperar que esta siga presentándose mientras continúe la acumulación de magma”, afirmó el funcionario. Sin embargo, aclaró que “el hecho de que ahora hayamos visto terremotos más grandes que antes en esta área no significa necesariamente una mayor tasa de acumulación de magma”.

A principios de esta semana, la agencia de protección civil islandesa inició la evacuación de la ciudad de Grindavík, ubicada a escasos kilómetros de la Laguna Azul, con el fin de evitar pérdidas humanas por una posible erupción volcánica o un gran terremoto.