Euros
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La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha instado al organismo a continuar con la aplicación de tasas de interés altas, con el fin de mantener a raya la inflación que sufre la zona euro debido a la estrechez de los mercados laborales y al gran aumento de los salarios.

La funcionaria explicó en su conferencia anual en Sintra, Portugal, que la zona euro ha sido duramente golpeada por “choques inflacionarios consecutivos desde el final de la pandemia”. Es por esto que, al incrementar las tasas de interés a lo largo del año pasado, se ha logrado un “progreso significativo” en la contención de los precios, pero que “aún no se puede cantar victoria”.

De acuerdo con Lagarde, existe evidencia de que la primera fase inflacionaria, en la que los productores trasladaban a los consumidores las subidas en los costos de bienes y servicios primarios como la electricidad o los combustibles, estaba comenzando a desaparecer. Sin embargo, actualmente el bloque comunitario atraviesa por una segunda fase marcada por el incremento de los salarios, los cuales se espera que se eleven un 14% para el año 2025.

“En los próximos años veremos un aumento en los salarios nominales, con los costos laborales ejerciendo una presión debido al crecimiento de la productividad”, aseguró.

La regente del BCE afirmó que las empresas europeas están recurriendo a la acumulación de mano de obra a causa de la escasez de trabajadores calificados, lo que incide en una reducción de la productividad que se refleja en una presión sobre los indicadores inflacionarios. Es preciso destacar que el desempleo en la zona euro se redujo hasta el 6.5% en abril, un mínimo histórico.

El ente emisor europeo espera que la inflación anual se ubique en un 5.6% en su informe de junio, todavía muy por encima de la meta del 2%, pero bastante por debajo del máximo del 10.6% registrado en octubre, a medida que los precios de la energía y los alimentos continúan su lento descenso.

Por otro lado, el BCE también espera que los márgenes de ganancia de las empresas se reduzcan debido al aumento de los costes laborales. Pero, si las medidas tomadas evitan al menos un tercio de estas pérdidas, la inflación podría alcanzar un 3% en 2025.

“Aunque actualmente no observamos una espiral de precios y salarios o una desviación severa de las expectativas planteadas, cuanto más tiempo permanezca la inflación por encima de la meta, mayores serán los riesgos de estos escenarios”, advirtió Lagarde.