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¡La ENA forma a los presidentes!

Todos cuando somos niños soñamos con ser grandes y tener bonitas profesiones: profesor, médico, bombero, astronauta y algunos sueñan más alto, en ser presidentes de una república. Para la sociedad élite francesa existe una escuela que forja presidentes. La ENA (Escuela nacional de Administración) la favorita para muchos, pero accesible para pocos.

La escuela es famosa por seleccionar -y entrenar- líderes en distintos campos, entre los que se cuentan los expresidentes de Francia François Hollande y Jacques Chirac, el CEO de Orange (la empresa de telefonía móvil más grande del país), Stéphane Richard, y mandatarios de otros países.

Los graduados de la ENA, conocidos como “enarques” en Francia, forman una red de influencia que se extiende por los más altos niveles de la política y los negocios. Conocer la vida pública de Francia lleva irremediablemente a un calificativo de nuevo cuño: enarca. El diccionario de la Real Academia Española no reconoce el término, pero la enciclopedia libre Wikipedia, por supuesto, sí: “Enarca es un alumno o antiguo alumno de la Ècole Nationale d’Administration, la ENA”.

La ENA se creó en 1945, con el fin de democratizar el acceso a la alta función pública y crear nuevos cuadros y gestores de la Administración del Estado, en la metrópoli y las antiguas colonias.

Graduarse de una gran escuela de Francia es una garantía para nunca conocer el desempleo y ejercer un puesto con alta responsabilidad. Hace poco, un estudio reveló que el 80% de los directores generales de las 40 empresas más grandes de Francia (Peugeot, Louis Vuitton, Airbus, etc.) son egresados de HEC París, ENA o Politécnico.