Un avión de transporte militar ruso se estrelló en la región fronteriza de Belgorod, matando a las 74 personas que se encontraban a bordo, de las cuales 65 eran prisioneros de guerra ucranianos que iban a ser intercambiados. El Ministerio de Defensa de Rusia informó que en el aparato, un Ilyushin Il-76 fabricado en tiempos de la Unión Soviética, también se encontraban seis tripulantes y tres militares rusos.
Según una publicación del periódico ucraniano Ukrainskaya Pravda, en la cual se citan supuestas fuentes anónimas, las fuerzas de Kiev habrían sido las responsables del incidente, aunque posteriormente dicha publicación fue eliminada.
Varios videos que circularon en redes sociales muestran el momento en el que un avión de grandes proporciones se precipitaba a tierra y luego estallaba en una gran bola de fuego. Asimismo, se han difundido varias imágenes de restos humeantes esparcidos sobre la nieve.
En palabras de Vyacheslav Volodin, presidente de la Duma Estatal de Rusia, el avión fue “derribado” por militares de Ucrania, quienes utilizaron “misiles occidentales”.
“Fueron capaces de disparar a sus propios soldados”, expresó Volodin en una sesión plenaria. “Nuestros pilotos, que estaban en una misión humanitaria, también fueron víctimas de este ataque”.
Por su parte, el legislador y general retirado Andrei Kartapolov, indicó durante la misma reunión parlamentaria que el avión había sufrido el impacto de tres misiles, aunque se abstuvo de revelar sus fuentes. No obstante, aseguró que las investigaciones posteriores determinarían si se trataba de misiles Patriot, de origen estadounidense, o Iris-T, de fabricación europea.
Cabe destacar que, antes de este incidente, Rusia y Ucrania habían acordado realizar un intercambio de 192 prisioneros por bando para el miércoles.
Por su parte, oficiales ucranianos se abstuvieron de realizar comentarios acerca de la aeronave siniestrada, pero hicieron un llamado a la comunidad internacional a tener precaución con “la propaganda del enemigo sobre el accidente”.
No obstante, el portavoz del servicio de inteligencia de Ucrania, Andriy Yusov, confirmó que, en efecto, existía un acuerdo para intercambiar prisioneros, aunque mencionó que “el intercambio previsto para hoy [miércoles] todavía no se ha hecho”.
Este mes, Kiev y Moscú anunciaron que realizarían el mayor canje de prisioneros desde el inicio de la guerra, gracias a un acuerdo mediado por los Emiratos Árabes Unidos.
La región de Belgorod, limítrofe con Ucrania, ha estado sometida a varios bombardeos y ataques con drones a lo largo de los últimos meses. A finales de diciembre, una andanada de misiles disparada contra la capital de la región causó la muerte de 25 personas.
