Foto: Unsplash

Jim Watson afirmó que las manifestaciones se constituyen en un “una seria amenaza para la seguridad de nuestros residentes locales”.

La ciudad capital de Canadá, Ottawa, sigue estando en estado de emergencia luego de que este lunes la policía intentara poner límites a las protestas contra la obligatoriedad de la vacunación y las restricciones contra la pandemia de COVID-19.

El alcalde de Ottawa, Jim Watson, quien declaró la emergencia, afirmó que las manifestaciones, que cada día crecen en intensidad, se constituyen en un “una seria amenaza para la seguridad de nuestros residentes locales”. Hasta el momento, centenas de camiones se encuentran apostados en los alrededores del parlamento canadiense, cuyos conductores no parecen dispuestos a ceder en sus demandas.

Los camioneros y sus simpatizantes han almacenado diésel y provisiones, y han finalizado la construcción de una estructura de madera que funciona como cocina.

No obstante, este domingo la policía intentó desalojar el campamento, arrojando un saldo de siete personas arrestadas como parte de las investigaciones relacionadas con las protestas. De acuerdo con el departamento de policía local, hasta ahora se registran alrededor de 60 investigaciones criminales activas, principalmente por robos, delitos de odio y daños a la propiedad.

Las acciones de calle empezaron como respuesta a las leyes canadienses y estadounidenses promulgadas el pasado mes que exigen que los camioneros que crucen la frontera estén completamente vacunados. Los manifestantes han acampado en la capital desde el 28 de enero.

La protesta canadiense, que se expandió a ciudades de todo el país este fin de semana, fue mencionada por figuras pùblicas como el principal accionista de Tesla, el multimillonario Elon Musk, y el expresidente estadounidense Donald Trump.

En Ottawa, el bloqueo de las calles y los altos niveles de ruido a causa del constante sonar de las bocinas de los camiones hasta altas horas de la noche, han enfurecido a los residentes.

“La situación justo en este momento está completamente fuera de control”, expresó el alcalde Watson el domingo por la mañana en una entrevista radial. “Son mucho más numerosos que nuestros funcionarios policiales”.

Igualmente, mencionó que los nervios de los residentes locales están “desgastados más allá de lo imaginable” debido al constante ruido generado por las bocinas por el lanzamiento de fuegos artificiales. Debido a lo complejo de la situación, se ha decidido el despliegue de oficiales adicionales adscritos a la Real Policía Montada de Canadá provenientes de otras partes de la provincia.

“Evidentemente, estamos siendo superados en número y, por ahora, estamos perdiendo la batalla”, acotó el burgomaestre. “Esto tiene que cambiar. Tenemos que recuperar nuestra ciudad”, añadió.