Euros
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La eurozona, que comprende a los países que utilizan el euro como moneda nacional, estaría al borde de una recisión invernal, de acuerdo con las últimas cifras publicadas por las autoridades económicas, en las que se muestra que la economía del bloque registró una contracción de 0.1% a lo largo del tercer trimestre de 2023.

En un desempeño inferior a lo previsto, la zona euro no ha registrado crecimiento económico en en tres de los últimos cuatro trimestres, dejando su economía sólo un 0.1% por encima los niveles de 2022. Cabe destacar que una recesión es generalmente definida como un período de dos trimestres consecutivos de caída del Producto Interno Bruto (PIB).

Esto llega en un momento en el que la inflación ha evidenciado caídas pronunciadas, pasando del 4.3% en septiembre al 2.9% en octubre.

Según algunos expertos, la subida de las tasas de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), el impacto de la inflación en el comportamiento de los consumidores y la disminución de las exportaciones a raíz de la desaceleración de la economía mundial son algunos de los factores que inciden en el estancamiento de la eurozona en el último año.

En cuanto a las grandes economías de la región, Alemania se contrajo un 0,1% e Irlanda un 1.8%. Por otro lado, Francia y España registraron un modesto crecimiento de 0.1% y 0.3%, respectivamente, mientras que Italia se mantuvo sin cambios. Por su parte, Letonia y Bélgica  fueron los países que más crecieron, con 0.6% y 0.5%, respectivamente.

Bert Colijn, especialista del banco ING, afirma que estos números hacen que “una pequeña recesión en la segunda mitad del año sea algo realista”.

“Debido a que la inflación cae más rápido de lo esperado, las políticas del Banco Central Europeo tenderán a ser más flexibles, aunque no espero un recorte de las tasas de interés en el corto plazo”, agrega Colijn.

Es preciso resaltar que el pronunciado declive de la inflación anual de la eurozona ha estado marcado en buena parte por las fluctuaciones en los precios de los alimentos y los combustibles. En este sentido, la inflación subyacente (que excluye estos rubros) apenas cayó del 4.5% al 4.2%.

Los analistas opinan que es probable que el BCE, que ha aumentado las tasas de interés en un total de 4.5 puntos porcentuales desde mediados de 2022, mantuviera inalterados los costos de endeudamiento a pesar de la última caída en la tasa de inflación.