Nuclear symbol
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El presidente ruso, Vladimir Putin, aprobó este jueves una ley que desvincula a Rusia del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (TPCE), el cual fue firmado inicialmente en 1996 y ratificado en el año 2000.

Cabe destacar que Estados Unidos también firmó este tratado, pero no ratificó su contenido ni implementó sus regulaciones. Otros países como China, Israel, Irán y Corea del Norte forman parte del convenio, pero tampoco han ratificado sus términos.

Según el gobierno ruso, esta decisión es solo un paso hacia “la igualdad de condiciones” con el resto de las potencias occidentales.

La cámara alta y la cámara baja de la Asamblea General de Rusia, aprobaron el abandono del tratado en octubre pasado.

El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, afirmó hace algunos días que Moscú seguirá respetando la prohibición de realizar pruebas nucleares, y que solo las reanudará si Washington decide hacerlo primero.

En este sentido, es importante destacar que, a finales de octubre, el ejército estadounidense inició una serie de pruebas nucleares con el supuesto propósito de “examinar nuevos modelos predictivos de explosiones” que podrían ser utilizados para detectar ensayos de armamento nuclear en otros países.

Por su parte, funcionarios norteamericanos han indicado que la decisión del Kremlin de abandonar el TPCE era “perturbadora”,

“Una medida de este tipo por parte de cualquier Estado coloca en un riesgo innecesario la norma mundial contra las pruebas de armas nucleares”, expresó el Departamento de Estado mediante un comunicado.

“Rusia no debe esgrimir una retórica nuclear irresponsable como forma de coaccionar a otros estados”, añade el comunicado, enfatizando que la desratificación del TPCE tiene como objetivo el ejercer presión contra Estados Unidos y sus aliados para que dejen de apoyar a Ucrania en su lucha contra fuerzas rusas.

Con el abandono del TPCE, el único tratado bilateral sobre armas nucleares que queda vigente entre Washington y Moscú es el Nuevo START, en virtud del cual los dos países solían inspeccionar periódicamente las instalaciones nucleares de cada uno y limitar el número de ojivas. Sin embargo, Rusia suspendió su participación en dicho tratado en febrero pasado, aunque su vencimiento está pautado para el año 2026.

Ryabkov dijo la semana pasada que desde Washington habían intentado establecer algunos contactos informales para reanudar conversaciones sobre el control de armas y aspectos de seguridad estratégica, “más allá de todo lo que está sucediendo en la actualidad”.

Empero, afirmó que el Kremlin cree que es “simplemente imposible” retomar un diálogo fructífero sin un cambio en las “acciones hostiles hacia Rusia por parte de Estados Unidos”.