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El gobierno húngaro bloqueó este martes un acuerdo sobre un nuevo paquete de ayuda de 18.000 millones de euros.

El gobierno húngaro bloqueó este martes un acuerdo sobre un nuevo paquete de ayuda de 18.000 millones de euros para Ucrania, lo que forzó a la Comisión Europea y al resto de países miembros de la Unión Europea a discutir estrategias alternativas para que Kiev obtenga estos fondos tan pronto como en enero.

El ente europeo asegura que trabajará en acciones para “proporcionar una solución concreta para Ucrania a partir de enero”, aseguró Johannes Hahn, comisario de Presupuesto de la Unión Europea, durante una reunión pública de todos los ministros de finanzas del bloque comunitario. Según algunos funcionarios, una de las alternativas consistiría en encontrar vías legales para evitar vetos como el de Hungría.

No obstante, este tipo de propuesta implicaría que los miembros de la UE proporcionen garantías presupuestarias nacionales que, en muchas ocasiones, necesitan de la aprobación de los parlamentos nacionales, lo que podría tomar cierto tiempo obtener un visto bueno.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, se ha mantenido firme en su oposición a proporcionar ayuda a Ucrania y ha utilizado la situación a su favor para asegurar su parte de los fondos de recuperación europeos. Sin embargo, la UE ha intentado retener algunos fondos destinados a Budapest debido a violaciones del estado de derecho.

El veto de Hungría supone que los debates sobre otros asuntos financieros, como una tasa mínima de impuestos corporativos, a la que el país centroeuropeo también se opone, o la decisión de congelar 7.500 millones de euros de fondos comunitarios para Hungría debido a supuestos casos de corrupción, fueron pospuestos.

“Lamentablemente, no pudimos obtener una aprobación para el paquete de ayuda a Ucrania, pero esto no nos desanimará”, expresó el ministro de finanzas de República Checa, Zbyněk Stanjura. “Nos mantenemos firmes en nuestro propósito de desembolsar los fondos para Ucrania en enero”, agregó.

Asimismo, el funcionario solicitó al Consejo Europeo que enfocara sus esfuerzos en lograr “una solución apoyada por 26 estados miembros”, a fin de evitar un nuevo veto.

La presidencia checa ahora tiene que decidir el camino a seguir: una posible cumbre de nuevos ministros de finanzas dentro de unos días, posiblemente el 12 de diciembre, o llevar el tema a la reunión de líderes a mediados de diciembre.

Los gobiernos europeos tienen hasta el 19 de diciembre para tomar una posición sobre la congelación de los fondos para Hungría. Orbán, empero, necesita que se adopte su plan de recuperación antes de fin de año o corre el riesgo de perder el 70 por ciento de las subvenciones de 5.800 millones de euros.