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El índice de precios al consumidor en Estados Unidos registró una disminución mayor a la esperada en el mes de octubre.

El índice de precios al consumidor en Estados Unidos registró una disminución mayor a la esperada en el mes de octubre, cayendo a una tasa interanual del 7.7%, de acuerdo con los nuevos datos de la Oficina del Trabajo publicados el jueves por la mañana.

La inflación ha ido decreciendo progresivamente desde su pico máximo interanual del 9.1 % de junio, pero aún está lejos de alcanzar la tasa objetivo del 2 % fijada por la Reserva Federal.

El mes pasado, los precios de los bienes y servicios aumentaron un 0.4%, lo que va en concordancia con las expectativas de los bancos y los economistas. Sin embargo, la inflación subyacente, que es la que engloba a un gran número de artículos, con excepción de los precios de los alimentos y el gas, fue inferior a la esperada, con un aumento mensual del 0.3%. Muchos grandes bancos esperaban que la inflación subyacente aumentara un entre un 0.4 y un 0.5 %.

No obstante, a pesar de representar una mejoría en líneas generales, la inflación continúa siendo alta, y el costo de vida registra alzas constantes.

De acuerdo con Greg McBride, de la firma Bankrate, la situación “sigue siendo problemática”.

“En lo concerniente a las necesidades primarias, como refugio, alimentos y energía, continuamos notando aumentos sostenidos. Todavía estamos lejos de ver cualquier indicio de un alivio significativo para los presupuestos de las familias”, explica.

Los costos de la gasolina, los alimentos y el alquiler y adquisición de viviendas continúan aumentando debido a una variedad de factores, que incluyen problemas en la cadena de suministro, paros laborales y la guerra en Ucrania.

Los alquileres de viviendas representan más de la mitad del aumento mensual general, con un crecimiento del 0.8 %, después de sumar un 0.7 % mensual en los dos meses anteriores. Los precios de la energía se dispararon en octubre, con el gas un subiendo un 4% y el fuel oil un 19.8%, después de la caída del mes anterior.

Incluso con la inflación disminuyendo más de lo esperado, se espera que los drásticos aumentos las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (FED) continúen hasta 2023. La FED generalmente sube los tipos de interés para disminuir el gasto, pero esto tiene un efecto negativo en el endeudamiento, lo que impacta directamente en la solicitud de préstamos y financiamiento.

La mayoría de los expertos esperan que la FED implemente un nuevo aumento de 0.5 puntos porcentuales cuando se reúna en diciembre. No obstante, la ralentización de la inflación podría evitar que el órgano federal implemente su quinto gran aumento consecutivo de 0.75 puntos porcentuales desde que comenzara a elevar las tasas en marzo.