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Un bloque integrado por varias organizaciones políticas de derecha aseguró una ventaja mínima en las elecciones generales en Suecia, según resultados preliminares.

Un bloque integrado por varias organizaciones políticas de derecha aseguró una ventaja mínima en las elecciones generales en Suecia, según resultados preliminares, y parece encaminarse hacia una victoria sobre la coalición de izquierda encabezada por la primera ministra Magdalena Andersson.

Las encuestas a boca de urna señalaban inicialmente una estrecha victoria para los socialdemócratas de Andersson y sus aliados, aunque posteriormente los números comenzaron a inclinarse en favor de los derechistas a medida que se daban a conocer los primeros resultados parciales oficiales durante la noche.

Después de que se escrutara aproximadamente el 95% de los votos durante la mañana de este lunes, el bloque de derecha integrado por cuatro partidos y encabezado por los centroderechistas de Ulf Kristersson, tenía un total de 175 escaños. Cabe destacar que, según estos resultados, el partido antiinmigración Demócratas de Suecia habría obtenido la mejor participación electoral de su historia.

Mientras tanto, los cuatro partidos que apoyan a Andersson como primera ministra parecían hacerse con 174 escaños.

Esto implicaría que la derecha habría asegurado una mayoría parlamentaria que podría allanar el camino para que el bloque intente formar un nuevo gobierno.

No obstante, no se espera ningún resultado definitivo hasta aproximadamente el miércoles, y aún faltan por contabilizar las boletas enviadas por correo y los votos de los ciudadanos que viven en el extranjero.

Los resultados preliminares del domingo sugieren que los socialdemócratas obtuvieron el 30,5% de los votos, reafirmando su posición como el partido más grande del país escandinavo. Sin embargo, Andersson puede tener dificultades para permanecer en el poder como resultado de los avances sustanciales de la extrema derecha representada por Demócratas de Suecia.

Esta agrupación política centró su propuesta en una campaña que abordara cuestiones de orden público tras el aumento constante de la violencia armada que ha inquietado al electorado en los últimos años, y buscó granjearse el apoyo de la población con una postura dura sobre la migración.

Los Demócratas de Suecia surgieron como parte del movimiento neonazi que surgió en el país a fines de la década de 1980 y principios de la de 1990, y desde entonces han luchado por distanciarse de las acusaciones de extremismo. El partido ganó representación en el Riksdag, como se denomina el parlamento sueco, por primera vez en 2010 con el 5.7% de los votos.

A partir de entonces, un aumento gradual del apoyo nacional llevó al partido moderado de centroderecha de Kristersson a entablar una cooperación con los Demócratas de Suecia en 2018, a pesar de haber descartado previamente negociar con estos últimos.