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La reina Isabel II de Inglaterra falleció este jueves en el castillo de Balmoral.

Elizabeth Alexandra Mary Windsor, conocida como la reina Isabel II de Inglaterra, falleció este jueves en el castillo de Balmoral, su propiedad en Escocia, a la edad de 96 años.

El Palacio de Buckingham emitió una declaración oficial alrededor de las 6:30 p.m. locales que afirmaba que “la Reina murió pacíficamente en Balmoral esta tarde. El Rey y la Reina Consorte estarán en Balmoral hasta esta noche y regresarán a Londres el día de mañana”.

Su hijo mayor y heredero, el príncipe Carlos de Gales, de 73 años, se convirtió de forma inmediata en el rey Carlos III tras su muerte. Su esposa se convirtió en reina consorte Camila.

El Palacio de Buckingham emitió poco después otra declaración firmada por “Su Majestad el Rey”, poco después del fallecimiento de Isabel.

“El fallecimiento de mi querida madre, Su Majestad la Reina, es uno de los momentos más tristes para mí y los miembros de mi familia”, expresa el escrito. “Lamentamos profundamente la pérdida de una amada soberana. Sé que partida es muy sensible para el país, para la Commonwealth y para muchas personas alrededor del mundo”, agrega.

Como el monarca número 41 desde que Guillermo el Conquistador accediera al trono en 1066, Isabel mostró grandes dotes de liderazgo a medida que Gran Bretaña y su vetusta monarquía navegaban a través de las profundas transformaciones propias de la era moderna, incluyendo una pandemia que cambió la vida de miles de millones de personas.

Isabel disfrutó de una salud sólida la mayor parte de su vida, pero los persistentes “problemas de movilidad” en los últimos meses fueron minando poco a poco su estado físico. Debido a esto, fue delegando cada vez más deberes a Carlos, desde lo recreativo hasta lo constitucional.

Este martes presidió la transición entre el antiguo primer ministro, Boris Johnson, y su reemplazo, Liz Truss; un deber constitucional como jefe de estado que tuvo lugar en Balmoral por primera vez en sus siete décadas de reinado.

Pero el miércoles, Buckingham anunció que la monarca no podría asistir a una reunión virtual con el Consejo Privado, un comité permanente de asesores gubernamentales de alto nivel, después de que los médicos le aconsejaran descansar.

También este año, debido a los persistentes problemas de movilidad, estuvo ausente de la apertura estatal del parlamento, que tuvo lugar el 10 de mayo. Tan solo dos veces se había perdido este importante evento durante su reinado, ambas por embarazos, pero por primera vez delegó oficialmente a Carlos para que la reemplazara, quien tuvo la compañía de su hijo mayor, el príncipe William.