Prosopagnosia, el no poder identificar rostros

La prosopagnosia o ‘ceguera de rostros’ es un extraño trastorno que impide recordar las caras conocidas porque el cerebro no es capaz de interpretar la información que recibe a través de la vista.

El paciente es capaz de identificar a las personas por la voz, gestos o la postura al caminar, pero es incapaz de hacerlo por la propia visión. La prosopagnosia pertenece al grupo de las agnosias visuales.

Es en realidad una especie de desconexión entre la vista y el cerebro. Los ojos funcionan correctamente y son capaces de ver las distintas partes que componen un rostro: boca, nariz, ojos, cabello, y que son las características que nos permiten recordarlo, pero el cerebro se muestra incapaz de interpretar la información que recibe a través del sentido de la vista, e impide que el sujeto reconozca a otras personas.

La principal causa son las lesiones cerebrales bilaterales provocadas por un accidente cerebrovascular, por un tumor cerebral y, en menor medida, por traumatismos craneoencefálicos o infecciones que afectan al Sistema Nervioso Central.

El abordaje terapéutico va encaminado a desarrollar estrategias para compensar el déficit, ya que no existen fármacos que contribuyan al mejoramiento de esta enfermedad. Para que el prosopagnósico sepa quién se acerca, la persona debe decir su nombre en voz alta, de esta manera el paciente sabrá con quién está hablando, evitando así la incertidumbre de no saber la identidad de la persona que se le acerca.