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El presidente Yoon Suk-yeol expresó sus condolencias a las víctimas.

El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, declaró este domingo un período de duelo nacional luego de que una estampida en una fiesta de Halloween matase a 153 personas en uno de los distritos nocturnos de Seúl.

Yoon expresó sus condolencias a las víctimas, en su mayoría adolescentes y adultos jóvenes, y una pronta recuperación para las decenas de heridos que dejó uno de los peores desastres en la historia reciente del país de y una de las peores estampidas ocurridas en el mundo en varias décadas.

“Lo sucedido es realmente trágico”, expresó el mandatario en un comunicado. “Un hecho que jamás debió ocurrir tuvo lugar la noche pasada en el centro de Seúl”, añadió.

Un numeroso grupo de personas reunidas en el distrito de Itaewon se aglomeró en un pequeño callejón, dijeron los funcionarios de emergencia, quienes también agregaron que el número de fallecidos podría aumentar.

Choi Sung-beom, jefe de la estación de bomberos de Yongsan, aseguró que, en ese momento, se registraron 82 personas heridas, 19 de ellas de gravedad. Las muertes, hasta ahora, incluyen a 22 extranjeros.

El Ministerio del Interior precisó que, hasta el mediodía de este domingo, al menos el 90% de las víctimas ya habían sido identificadas, presentando dificultades con algunos extranjeros y adolescentes que no llevaban consigo sus documentos de identidad.

Algunas empresas, como el parque de atracciones Everland, decidieron cancelar los eventos temáticos de Halloween. Asimismo, varios gobiernos han cancelado o reducido el aforo de festivales y otras celebraciones.

Este fue el primer evento de Halloween en Seúl libre de restricciones por la pandemia de COVID-19. Cabe destacar que pocas horas antes, se habían presentado señales de que las festividades estaban aglomerando a un número peligroso de personas, y las víctimas y sus familiares han criticado a las autoridades por su falta de control de la multitud.

Muchas de las víctimas eran mujeres jóvenes, mientras que entre los extranjeros había personas de China, Irán, Uzbekistán y Noruega.

Diversos testigos relataron que la multitud se tornó agitada alrededor de las diez de la noche, cuando inició la estampida, mientras los escasos efectivos de policía disponible para el evento luchaban por controlar a los concurrentes.

Diversas imágenes en redes sociales mostraron a cientos de personas apretujadas en un callejón angosto e inclinado, muchas de ellas aplastadas e inmóviles, mientras los funcionarios intentaban liberarlas.

El desastre es uno de los más mortíferos del país desde el hundimiento de un ferry en 2014 que mató a 304 personas, principalmente estudiantes de secundaria.