¡Las estrellas se observan más en invierno!

Aunque el Universo observable contiene miles de millones de galaxias, es muy probable que este número sea en realidad una subestimación y que existan muchas más galaxias que hasta ahora no hemos podido ver. Nuestra Galaxia está formada por alrededor de 100,000 millones de estrellas.

¿Quién no ha visto un cielo estrellado? Las estrellas son el escenario perfecto que brillan al caer la noche y hacen que el cielo se vea maravilloso. Pero, ¿has notado que hay veces que se ven muchas más estrellas que otros días? Te explicamos por qué. Durante el invierno es común que en el hemisferio norte, verano en el cono sur, las estrellas parezcan más brillantes, esto es posible porque la Tierra cada año se ubica frente al brazo espiral local de la Vía Láctea.

En las noches de diciembre, enero y febrero, el cielo nocturno se aprecia con mayor claridad y nitidez, debido a que la Tierra se orienta hacia el lado opuesto del centro de la Vía Láctea, considerando que en junio, julio y agosto está situada hacia al núcleo de la galaxia.

La atmósfera cargada de humedad del verano es más gruesa y menos transparente que la fresca y fría bóveda de invierno, haciendo más difícil ver lo que hay más allá. Porque las noches son también más largas en el invierno, ampliando la ventana por la cual disfrutar las maravillas del universo.

La primera Constelación que se ve en el cielo es la de Orión, y gracias a ella que es la guía para empezar a situar las demás. No es lo mismo ver el cielo de octubre o noviembre que el de febrero. A partir de septiembre se puede ver a Orión toda la noche, y conforme avanza el invierno lo verás más al sur.

En la constelación de Orión se encuentran algunas de las nebulosas más espectaculares del cielo. Se trata de grandes nubes de gas y polvo que abarcan casi toda la constelación. Se encuentran a unos 1.500 años luz de la Tierra y constituyen la región más cercana a la Tierra donde puede observarse la formación de estrellas masivas.

No se necesita ser astrónomo para deleitarte la pupila con un romántico cielo estrellado, claro que un telescopio sería ideal, pero no importa. Estamos en invierno, así que sólo necesitas abrigarte bien, salir ¡mirar al cielo las maravillas que nos regala!