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Dos buques de la armada de Nueva Zelanda arribarán al archipiélago de Tonga este viernes con miles de litros de agua potable.

Dos buques de la armada de Nueva Zelanda arribarán al archipiélago de Tonga este viernes con miles de litros de agua potable, algo crítico para la pequeña nación del Pacífico duramente castigada por la erupción volcánica de la semana pasada y el tsunami producto de esta.

Al menos tres personas han perdido la vida y cientos de casas en las islas exteriores más pequeñas de Tonga fueron completamente arrasadas después de que la enorme erupción del sábado desencadenara gigantescas olas que azotaron a dichas islas, en las cuales habitaban poco más de 100.000 personas.

Con el aeropuerto de Tonga completamente por una gruesa capa de ceniza volcánica y las comunicaciones limitadas a causa de la ruptura del único cable de telecomunicaciones submarino, solo puede conocerse la magnitud de la devastación gracias al sobrevuelo de aviones de vigilancia.

No obstante, a través de redes sociales han comenzado a circular fotografías en las que es posible ver áreas costeras en las que árboles y edificios han desaparecido ​​y vecindarios enteros han quedado tapiados por la ceniza.

De acuerdo con la Cruz Roja, sus funcionarios en Tonga han confirmado que el agua salada del tsunami y las cenizas volcánicas se han mezclado con las fuentes de agua potable, por lo que decenas de miles de personas se encuentran en grave peligro.

“Garantizar el acceso al agua potable es una necesidad inmediata, puesto que existe un riesgo alto de que enfermedades como el cólera y la diarrea comiencen a afectar a la población”, afirmó Katie Greenwood, miembro de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

Las autoridades de Nueva Zelanda han asegurado que Tonga, uno de los pocos países libres de coronavirus, había aceptado recibir dos de sus barcos a pesar de las preocupaciones sobre la importación de un brote de COVID-19 que exacerbaría su crisis.

Simon Griffiths, capitán de uno de los barcos, aseguró que su nave transportaba 250.000 litros de agua, junto con otros suministros, y tenía capacidad para producir otros 70.000 litros por día.

Por su parte, el primer ministro australiano, Scott Morrison, sostuvo una conversación con el primer ministro de Tonga, Siaosi Sovaleni. Afirmó que dos aviones Hércules estaban listos para partir con suministros humanitarios y equipos de telecomunicaciones, y que un barco naval se estaba preparando para partir de Brisbane con sistemas de potabilización y artículos de primera necesidad.

Asimismo, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional aprobó 100.000 dólares en asistencia inmediata, y Japón a su vez confirmó que daría más de 1 millón de dólares en ayuda, así como agua potable y equipamiento para la limpieza de la ceniza volcánica.