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El presidente prometió este domingo continuar guiando a su país hacia el “rejuvenecimiento nacional”.

El presidente de la República Popular China, Xi Jinping, prometió este domingo continuar guiando a su país hacia el “rejuvenecimiento nacional”, resaltando su visión nacionalista que ha puesto a prueba las relaciones del gigante asiático con las potencias occidentales.

En el marco de la apertura del 20º Congreso del Partido Comunista de China, donde está listo para asegurar un tercer mandato en el poder, Xi adoptó un tono confiado, destacando la creciente fuerza e influencia que China ha adquirido durante sus casi 10 años de mandato.

No obstante, también hizo referencia a los diversos desafíos que ha enfrentado su nación, describiendo los últimos cinco años como “altamente inusuales y extraordinarios”, en los cuales su administración ha enfrentado “una situación internacional sombría y compleja”.

Entre los diversos obstáculos que Xi enumeró, priorizó temas como la pandemia de COVID-19 y la situación política en Hong Kong y Taiwán, respecto a los cuales afirmó que China había salido victoriosa.

Según el líder chino, el gobierno había logrado “proteger la vida y la salud de las personas” ante el COVID, sacado a Hong Kong del “caos” y librado una “gran lucha” contra las “fuerzas secesionistas” de Taiwán.

El congreso, que tendrá una duración de una semana, comenzó este domingo por la mañana en medio de un estricto protocolo de seguridad, un endurecimiento de las restricciones contra el COVID-19 y una propaganda masiva.

Este congreso es visto como el más trascendental en varias décadas, ya que podría servir de plataforma para consolidar a Xi como el líder más poderoso de China desde Mao Zedong, quien gobernó hasta su muerte a los 82 años en 1978. También tendrá un impacto crucial en el orden geopolítico mundial, ya que podría agudizar aún más las tensiones entre Beijing y Washington.

La mayoría de las reuniones se llevarán a cabo a puertas cerradas a lo largo de esta semana. Cuando los delegados vuelvan a aparecer en público al final del congreso el próximo sábado, realizarán una votación ceremonial para aprobar el informe de la gestión Xi y los cambios realizados en la constitución del partido.

El congreso representa un importante momento en la vida política de Xi, pero también llega durante un período de crisis potencial. La insistencia del dirigente chino en una política de cero tolerancia al COVID-19 ha causado cierto grado de descontento público y ha ralentizado la economía. Mientras tanto, diplomáticamente, su amistad “sin límites” con el presidente ruso, Vladimir Putin, ha generado reacciones negativas en Occidente a causa de la guerra en Ucrania.