Say no to war
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95 personas perdieron la vida y decenas más resultaron heridas en Irán, en un ataque terrorista llevado a cabo durante una ceremonia para conmemorar el cuarto aniversario del asesinato del general Qassem Suleimani, lo que ha aumentado significativamente el riesgo de un conflicto regional en Medio Oriente.

Las explosiones se produjeron en la ciudad de Kerman, ubicada al sureste del país, mientras cientos de personas se congregaban en el mausoleo del general Suleimani, uno de los más destacados comandantes de la Guardia Revolucionaria Islámica y figura clave de la expansión de la influencia iraní en toda la región.

Hasta ahora no está claro si Israel o el Estado Islámico, los dos principales enemigos de Suleimani en vida, son los responsables del atentado. No obstante, de acuerdo con el Departamento de Estado de Estados Unidos, no existen razones para creer que Tel Aviv estuviese involucrado en la planificación o ejecución de la matanza.

Dada la cantidad de víctimas, este ha sido el ataque terrorista más mortífero desde el inicio de la Revolución Islámica en Irán en 1979. Según el ministro de salud, Bahram Einollahi, muchos de los heridos permanecen en estado crítico, por lo que se espera que la cifra de fallecidos aumente en los próximos días.

Con respecto a lo sucedido, el vicepresidente del parlamento de Irán, Mojtaba Zolnouri, no dudó en señalar a Israel como culpable de los hechos.

“El estilo no suicida de los ataques en Kerman es una prueba de que se trata de un acto del régimen sionista”, aseguró. “Castigaremos a los sionistas con una venganza que tendrá repercusiones globales”, añadió.

Por su parte, el presidente Ebrahim Raisi indicó que “los enemigos de la nación deben tener en cuenta que nunca podrán quebrantar nuestra férrea determinación de defender los valores islámicos”.

“Estamos decididos a cortar las raíces del terror y la violencia”, agregó el mandatario.

Según las autoridades del país persa, en el atentado se utilizaron dos bombas que fueron detonadas de manera remota, y con 15 minutos de diferencia entre cada explosión. La primera habría estallado a aproximadamente 700 metros del lugar de enterramiento de Suleimani, mientras que la segunda ocurrió a unos 300 metros de la primera.

Este suceso llega en uno de los momentos más tensos en las últimas décadas en Medio Oriente, gracias al recrudecimiento de la guerra que Israel lleva a cabo en Gaza. El martes, un ataque israelí con aviones no tripulados causó la muerte de Saleh al-Arouri, uno de los principales líderes del movimiento palestino Hamás, en uno de los suburbios de la capital del Líbano, Beirut.