También se contabilizaron 225 personas heridas, varias de ellas en estado de gravedad.
Un atentado suicida al interior de una mezquita ubicada en el noroeste de Pakistán causó la muerte de al menos 100 personas, según fuentes oficiales. Las autoridades señalaron que ciertas “fallas de seguridad” en el recinto causaron el incidente.
El ataque, que tuvo lugar dentro de una de las principales estaciones policiales de la ciudad de Peshawar, es uno de los atentados más mortíferos contra las fuerzas de seguridad paquistaníes en los últimos años. También se contabilizaron 225 personas heridas, varias de ellas en estado de gravedad.
La explosión hizo que el techo del recinto se derrumbara, por lo que decenas de fieles quedaron bajo los escombros. Según voceros del hospital de Peshawar, se recuperaron cuerpos y se rescataron heridos durante la noche del lunes y la madrugada del marte. Sin embargo, varios de los heridos de gravedad murieron, la mayoría de los cuales eran funcionarios policiales.
La policía antiterrorista continúa sus investigaciones para determinar la forma en la que el atacante ingresó a la mezquita, localizada en una zona de alta seguridad junto con otros edificios gubernamentales.
Ghulam Ali, gobernador de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, cuya capital es Peshawar, admitió que hubo una falla de seguridad evidente. “Sí, existió un lapsus en la seguridad”, expresó Ali.
Durante una visita a un hospital local donde se atendía a los heridos, el primer ministro pakistaní, Shabaz Sharif, indicó que su administración aplicaría “acciones severas” contra los autores del ataque.
Asimismo, Sharif pidió unidad nacional a las diferentes fuerzas políticas en este momento. “Quiero hacer un llamado a las fuerzas políticas para unirnos contra los elementos antipaquistaníes. Podemos reanudar nuestros debates políticos más tarde”, publicó en su cuenta en la red social Twitter.
Pakistán, una de las naciones más pobladas del mundo y cuya población es de mayoría musulmán sunita, ha visto un aumento en los ataques militantes desde noviembre, cuando los talibanes paquistaníes rompieron una tregua con el gobierno, justo cuando el país se enfrentaba a una de las peores inundaciones de las que se tenga registro, causando la muerte de casi 1800 personas y destruyendo más de 2 millones de hogares.
Los talibanes paquistaníes son la milicia dominante en Peshawar, que ha sido escenario de frecuentes ataques. No obstante, el Estado Islámico de la vecina provincia de Khorasan, uno de los más encarnizados rivales de los talibanes, también ha estado detrás de ataques mortales en Pakistán en los últimos años, donde la violencia armada ha aumentado desde la violenta toma del poder por parte de los talibanes en Afganistán en 2021.
