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Azerbaiyán ha anunciado el inicio de una operación militar “antiterrorista” en la región de Nagorno-Karabaj, disputada con Armenia, con bombardeos en la ciudad de Stepanakert (Khankendi, en azerí) y en otras posiciones armenias.

Este nuevo ataque podría repercutir en una reanudación del sangriento conflicto que tuvo lugar en 2020, en el que Azerbaiyán reclamó varios kilómetros cuadrados de territorio en medio de señalamientos por supuestos crímenes de guerra.

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Nagorno-Karabaj y algunos territorios circundantes han estado étnicamente ocupados por armenios desde el final de una guerra separatista en 1994, pero fueron nuevamente reclamados por Azerbaiyán en 2020.

Los habitantes locales temen que la reanudación de las hostilidades por parte de las fuerzas de Bakú pueda dar lugar a una nueva campaña militar a gran escala.

“No tenemos ni los efectivos, ni el equipamiento militar necesario para detener una ofensiva de Azerbaiyán”, afirmó Artak Beglaryan, ex asesor del gobierno del estado de Artsaj. “Lo ideal sería una intervención armada por parte de Estados Unidos con el propósito de evitar un genocidio. De lo contrario, cientos de miles de personas podrían morir”, agregó.

Varios videos publicados en redes sociales mostraban escenas de fuego de artillería y advertencias de bombardeos, así como supuestos drones volando sobre posiciones de defensa antiaérea armenias.

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“Como parte de nuestras operaciones con armas de alta precisión, fueron neutralizados varios puestos de primera línea y de tiro de largo alcance pertenecientes a las formaciones de las Fuerzas Armadas de Armenia, así como otros medios de combate e instalaciones militares”, aseguró el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán mediante un comunicado.

El organismo afirmó que se evitaron ataques contra la población civil, pero que el grueso de los bombardeos estaba ocurriendo en las cercanías de varias ciudades y pueblos. Asimismo, explicó que el propósito de esta operación era expulsar de la región a supuestos combatientes respaldados por Armenia.

La guerra anterior, que tuvo una duración de 44 días, culminó con una aplastante derrota para el autoproclamado estado de Artsaj, respaldado por el gobierno armenio. En ese entonces, las fuerzas azerbaiyanas tomaron posesión de la ciudad de Shusha, una de las más importantes de la zona.

Cabe destacar que, como consecuencia del bloqueo del corredor de Lachin por parte de Azerbaiyán, grandes zonas de Stepanakert se han quedado sin agua, sin electricidad y sin alimentos.

Por su parte, el Ministerio de Defensa de Armenia informó el martes por la tarde que la “situación en las fronteras de la República de Armenia es relativamente estable”.