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Según lo pronosticado por varios analistas, el crecimiento en Estados Unidos se desaceleró considerablemente durante los primeros tres meses del año.

Debido al aumento de las tasas de interés y a la inflación persistente, en un fenómeno que se espera que continúe en el futuro próximo.

Según el último informe publicado este jueves por el Departamento de Comercio, el producto interno bruto (PIB), que engloba a todos los bienes y servicios producidos durante determinado período, apenas aumentó un 1.1% anual en el primer trimestre. Cabe destacar que los economistas esperaban un crecimiento de alrededor del 2%.

El informe también mostró que el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés), un medidor de inflación al que las autoridades miran con especial atención, se incrementó un 4.2%, una cifra que supera los pronósticos de 3.7%.

De acuerdo con Veronica Clark, analista de Citigroup, estos datos señalan que las personas “continúan gastando a pesar de los precios más altos y del gran problema de los inventarios”.

“Todo esto nos indica que la demanda todavía es fuerte y que los precios continúan elevándose”, agrega.

A pesar de que la mayoría de los expertos coincide en que la economía estadounidense eventualmente caerá en recesión, Clark opina que esto no sucederá de inmediato.

“Esperábamos una mayor desaceleración en este punto, aunque definitivamente podríamos decir que estamos al límite”, explica. “No creo que vayamos a caer en una recesión en el futuro inmediato, ya que estos números del primer trimestre nos confirman que el consumo todavía es fuerte”, añade.

El informe también menciona que la ralentización del crecimiento económico fue causada por una disminución general de la inversión privada en inventarios y una desaceleración en la inversión fija no residencial, según el informe.

Asimismo, el gasto de los consumidores medido por los gastos de consumo personal aumentó un 3.7%, mientras que las exportaciones aumentaron un 4.8%. Por otro lado, la inversión interna privada bruta se desplomó un 12.5%.

“Es bastante probable que la economía estadounidense haya alcanzado un punto de inflexión, ya que el gasto de consumo podría haberse suavizado en los últimos meses”, asegura Jeffrey Roach, de la firma LPL Financial. “El carácter retroactivo del informe del producto interno bruto resulta engañoso para los mercados, ya que sabemos que a principios de año el consumo era considerablemente alto, pero desde marzo esta tendencia parece haber ido a la baja a medida que los consumidores se vuelven más pesimistas sobre el futuro”, agrega Roach.