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Un portavoz del Departamento de Energía aseguró “continúa con su trabajo minucioso, cuidadoso y objetivo para aportar a la investigación de los orígenes del COVID-19.”

El Departamento de Energía de Estados Unidos asomó este fin de semana que la pandemia de COVID-19 que ha azotado al mundo en los últimos tres años “probablemente” se haya originado como consecuencia de una fuga en un laboratorio en la ciudad de Wuhan, China, de acuerdo con un informe clasificado que habría sido entregado a un grupo de legisladores miembros de los Comités de Inteligencia de la Cámara de Representantes y del Senado.

Los funcionarios habrían informados directamente por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI, por sus siglas en inglés) acerca del informe clasificado desde el mes pasado, según revelaron medios estadounidenses.

Un portavoz del Departamento de Energía aseguró en una entrevista con la cadena NBC News que el ente “continúa con su trabajo minucioso, cuidadoso y objetivo para aportar a la investigación de los orígenes del COVID-19, tal como lo solicitó el presidente”.

Sin embargo, el senador republicano Dan Sullivan, aseguró el domingo que si los órganos de inteligencia determinan con total seguridad que el virus se filtró de un laboratorio chino, serían necesarias varias “audiencias públicas”.

“Pensemos en todo lo que ha acontecido en los últimos años. Hemos vivido una de las pandemias más grandes en siglos. Y existe evidencia de que todo esto provino de los chinos”, expresó Sullivan en un programa de televisión.

China, por su parte, ha negado que la hipótesis de que el patógeno se esparció a partir de una fuga laboratorio, y la ha tachado de “conspiración”.

No obstante, el bando republicano de la Cámara ha iniciado sus investigaciones propias para esclarecer el origen de la pandemia.

A pedido de dos legisladores, la ODNI estaría comenzando a recabar “información sobre los orígenes de COVID-19”, señalaron fuentes familiarizadas con el caso.

Inquirido acerca del informe clasificado publicado el domingo, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, aseguró que todavía “no existe una respuesta concluyente” de la inteligencia estadounidense relacionada con los orígenes del COVID-19.

“Existen diversos criterios entre nuestros cuerpos de inteligencia. Cada uno ha llegado a diversas conclusiones por su lado. Sin embargo, casi todos han dicho que simplemente no poseen la suficiente información para responder con seguridad”, explicó Sullivan a la cadena CNN.

“Si logramos recopilar más información, la compartiremos con el Congreso y seguramente con toda la población de Estados Unidos”, agregó el funcionario. “Pero, justo en este momento, no ha emergido una respuesta definitiva que involucre a todos los órganos de inteligencia”.