Protest
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Se han reportado intensos enfrentamientos en Sudán durante el fin de semana entre las fuerzas armadas del país y un grupo paramilitar conocido como las Fuerzas de Apoyo Rápido.

Intensos enfrentamientos se han registrado en Sudán a lo largo del fin de semana entre las fuerzas armadas del país y un grupo paramilitar conocido como las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés), en lo que muchos ven como una pugna por el poder entre el presidente y el vicepresidente del tercer país más grande de África.

El general Abdel Fattah al-Burhan, presidente del de la junta militar que gobierna a Sudán desde el derrocamiento de Omar al-Bashir en 2019, y su rival, el teniente Mohamed Hamdan Dagalo “Hemeti”, vicepresidente y jefe de las RSF, se han declarado en guerra.

Se teme que el conflicto, que ha dejado hasta ahora 50 civiles muertos en menos de 48 horas, termine convirtiéndose en una guerra civil.

Al-Burhan y “Hemeti” estaban formalmente detrás de un proceso para llevar a Sudán hacia elecciones libres. No obstante, los acontecimientos de los últimos cuatro años han disipado cualquier esperanza de un gobierno democrático, especialmente después de que Abdullah Hamdok, un primer ministro civil, fuese depuesto en 2022.

Las fuerzas de al-Burhan han tachado como criminal a “Hemeti”, y hasta han puesto precio a su cabeza. Por otro lado, acerca de al-Burhan, el comandante de las RSF ha dicho que sus efectivos tarde o temprano “lo atraparían y lo llevarían ante la justicia, o simplemente moriría como un perro”.

Ha trascendido que la principal causa del estallido violento fue la fecha en la que las RSF serían incorporadas oficialmente a las fuerzas armadas del país, algo a lo que “Hemeti” se ha negado rotundamente.

Algunos analistas indican que las fuerzas armadas poseen el control de gran parte de la economía del país, mientras que las RSF están más interesadas en la explotación de las ricas minas de oro y en el turbio negocio del suministro de mercenarios para las guerras en Libia y Yemen.

Arabia Saudita, uno de los miembros del Grupo Quad, conformado por Estados Unidos, Reino Unido y Emiratos Árabes Unidos, cuyo propósito era lograr una transición democrática en la nación africana, ha solicitado a ambas partes que dejen de luchar. Emiratos Árabes Unidos también ha pedido una desescalada y el establecimiento de una mesa de diálogo para solventar la crisis.

En este sentido, Alan Boswell, analista de Crisis Group, afirma que, en caso de no solucionarse prontamente esta situación, se corre el riesgo de “absorber a muchos actores externos y cruzar las fronteras de Sudán”.

Por su parte, Alex de Waal, exasesor de la Unión Africana en Sudán, explica que, aunque el ejército tiene más capacidad de fuego, las RSF poseen más experiencia en combate y más recursos económicos.

“Parece el comienzo de una guerra civil”, advierte.