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El líder turco, Recep Tayyip Erdoğan, ha obtenido una reñida victoria sobre su rival Kemal Kılıçdaroğlu en las elecciones generales de este domingo.

Con un 97% de los votos escrutados, Erdoğan habría logrado una votación del 49%, por encima del 45% de Kılıçdaroğlu. De continuar esta tendencia, se daría una segunda vuelta sin precedentes en el país euroasiático.

Tanto Erdoğan como Kılıçdaroğlu, quien representa a una alianza de seis partidos de oposición, afirmaron estar por delante en la carrera del domingo e instaron a sus seguidores a no dejarse llevar por el recuento preliminar de votos.

Erdoğan, quien alcanzó el poder con el partido Justicia y Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco) en el año 2002, actualmente libra la contienda electoral más dura en su carrera política, que tanto él como su rival han descrito como una batalla por el futuro de Turquía.

En un discurso pronunciado la madrugada del lunes ante una gran cantidad de seguidores en la sede del AKP en Ankara, Erdoğan admitió que los resultados posiblemente sean muy ajustados y que esto abriría la puerta a una segunda vuelta inédita.

“Sabemos que tenemos la ventaja, pero continuamos esperando la manifestación de la voluntad del país, ya que el resultado oficial aún no ha sido emitido”, afirmó Erdogan desde un balcón en la sede del AKP.

Kılıçdaroğlu, por su parte, dijo poco después que “Erdoğan no logró los resultados esperados a pesar de todas sus calumnias e insultos”. En este sentido, añadió que “los datos continúan transmitiéndose” y que, en caso de darse una segunda vuelta, “sin duda ganaremos”.

El tercer candidato, el ultranacionalista Sinan Oğan, del movimiento Alianza Ancestral, habría capturado alrededor del 5 por ciento de los votos, según las cifras a boca de urna. De ser así, su participación sería crucial, ya que con ella niega a los principales candidatos la mayoría necesaria para ganar en primera vuelta.

No obstante, la alianza parlamentaria de Erdoğan parece haber sido capaz de mantener su mayoría. Según la agencia de noticias Anadolu, el AKP y el Movimiento Nacionalista habrían obtenido 323 de los 600 escaños, mientras que la alianza opositora tendría 211.

Kılıçdaroğlu prometió revivir la economía en crisis de Turquía, acercar al país a las potencias occidentales y revertir la política institucional de Erdoğan.

En contraparte, el actual presidente se presentó a sí mismo como el único político capaz de proveerle futuro próspero a Turquía y como un garante de los valores familiares. Asimismo, señaló a su rival de seguir instrucciones del presidente estadounidense Joe Biden para derrotarlo.