International space station
Credit: Unsplash

Un nuevo estudio en el que participaron 14 astronautas que pasaron de cuatro meses y medio a seis meses y medio a bordo de la Estación Espacial Internacional determinó la forma en la que la ausencia de gravedad afecta el sistema inmunológico humano, reduciendo la actividad genética en los glóbulos blancos.

El análisis llevado a cabo por especialistas canadienses encontró que la expresión genética en los leucocitos disminuyó rápidamente apenas los astronautas cruzaron el umbral del espacio, para luego regresar a la normalidad al poco tiempo de haber retornado a la Tierra.

Este descubrimiento brinda nuevas perspectivas sobre el debilitamiento de la capacidad inmune del ser humano en el espacio, y explica por qué los astronautas son más susceptibles a las infecciones durante los vuelos.

“El debilitamiento de la inmunidad incrementa el riesgo de sufrir enfermedades infecciosas que limitan la capacidad de los astronautas para realizar tareas demandantes. Si una de estas afecciones progresara hasta un estado grave que requiriese soporte médico, los astronautas tendrían capacidad limitada de acceso a dicha atención y a los medicamentos necesarios”, explica Odette Laneuville, experta en biología molecular de la Universidad de Ottawa en Canadá, y una de las autoras principales del estudio.

Para la investigación se utilizaron leucocitos aislados en muestras de sangre extraídas de los 14 astronautas (11 hombres y 3 mujeres) en diferentes momentos: una vez antes del vuelo, cuatro veces en el espacio y cinco veces después de retornar a la Tierra.

Según los investigadores, la expresión génica en varios de los leucocitos se ubicó en un tercio de los niveles normales mientras los astronautas estuvieron en el espacio, con los cambios más notorios durante los primeros días. No obstante, dichos genes volvieron a su comportamiento normal alrededor de un mes después de regresar a tierra firme.

“Los glóbulos blancos reaccionan muy rápidamente al entorno espacial. Antes de este estudio, sabíamos que la disfunción inmunitaria era posible, pero no conocíamos los mecanismos que la activaban”, aseguró Guy Trudel, especialista en rehabilitación del Hospital de Ottawa y coautor del artículo científico.

Según Trudel, este es “un hito significativo en la comprensión del comportamiento del sistema inmune humano en el espacio”.

La investigación fue financiada por la Agencia Espacial Canadiense, y está estrechamente relacionada con otra realizada por la NASA el pasado 8 de junio en la que se analizan los cambios cerebrales que experimentan los astronautas.

Anteriormente, se han documentado varios efectos de los viajes espaciales, como la atrofia ósea y muscular, los cambios cardiovasculares, e incluso el incremento del riesgo de cáncer por una mayor exposición a la radiación solar.