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Marcos parece haber obtenido una ventaja amplia sobre el resto de los competidores en la carrera por la presidencia de Filipinas.

El candidato Ferdinand Marcos Jr. parece haber obtenido una ventaja amplia sobre el resto de los competidores en la carrera por la presidencia de Filipinas, cuando millones de personas salieron a emitir su voto este lunes bajo la atenta mirada de miles de efectivos de las fuerzas de seguridad, después de que la violencia cobrara cuatro vidas durante el fin de semana.

Si finalmente se alza con la victoria, se espera que Marcos Jr., hijo del ex dictador Ferdinand Marcos Sr., mantenga una relación equilibrada entre Estados Unidos y China.

“Aproximadamente un 84% de los filipinos piensan que si somos un país pequeño, tal vez debamos construir una alianza con diversos actores. Y es por eso que, durante la campaña, Marcos modificó lentamente su discurso. Es posible que haya estado al tanto de esta exigencia popular”, explicó Victor Manhit, de la consultora BowerGroupAsia, en una entrevista con la cadena estadounidense CNBC.

Conocido popularmente como “Bongbong”, Marcos Jr. ha tratado de reformar el legado de su padre, quien gobernó con puño de hierro durante dos décadas hasta que fue derrocado en 1986 y tuvo que exiliarse en Hawái, donde vivió hasta sus últimos días.

De acuerdo con diversas encuestas divulgadas la semana pasada, el candidato de 64 años obtendría más de la mitad de los votos para así convertirse en el primer candidato presidencial en lograr la mayoría absoluta desde hace décadas.

Los sondeos apuntaban a que Marcos Jr. acumularía un 56% de los votos, muy por delante de su principal rival, el actual vicepresidente Leni Robredo, con un distante 23%.

El mandatario en ejercicio, Rodrigo Duterte, tiene prohibido por orden constitucional el presentarse a un segundo período presidencial. Hasta el momento, no ha respaldado públicamente a ningún candidato, pero su hija Sara es la compañera de fórmula de “Bongbong” Marcos.

Filipinas ha sido durante mucho tiempo un aliado militar tradicional de los EE. UU., pero después de la elección presidencial en 2016, Duterte buscó estrechar los lazos con China y manifestó públicamente su “separación” de los EE.UU.

Después de seis años de gobierno de línea dura bajo Duterte, durante los cuales el país fue testigo de una brutal guerra contra las drogas, una victoria aplastante para el joven Marcos podría conducir al sistema político del país asiático hacia tierras desconocidas.

Los filipinos también elegirán un vicepresidente, senadores, legisladores de la cámara baja y funcionarios provinciales y locales, en unos comicios en los que se esperan que participen más de 65 millones de votantes locales y más de 1.5 millones radicados en el exterior, según información del comité electoral.