Lawsuit
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Un conjunto de residentes de la isla caribeña de Bonaire ha decidido interponer una demanda contra los Países Bajos, acusando a esta nación de violar sus derechos humanos al no tomar acciones eficaces contra los efectos del cambio climático.

Este grupo de personas, junto con representantes de Greenpeace Países Bajos, emprendieron este jueves acciones legales contra el gobierno holandés en La Haya, solicitando a un tribunal distrital que ordene a las autoridades la reducción de las emisiones contaminantes de forma más rápida y que gestione más ayuda para los territorios más vulnerables a las secuelas del calentamiento global.

Ubicada en el Mar Caribe, frente a las costas de Venezuela, Bonaire ha tenido presencia neerlandesa desde hace más de 400 años, y en 2010 se convirtió en un municipio especial holandés. No obstante, dada la geografía plana de la isla, es probable que sus habitantes sufran los peores embates del cambio climático, incluidos fenómenos extremos como fuertes huracanes, así como el aumento del nivel del mar.

Según el Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos (KNMI, por sus siglas en neerlandés) las temperaturas en el Caribe holandés han aumentado aproximadamente 0.2°C cada diez años, desde principios de la década de los 80. Asimismo, se ha registrado una disminución de las precipitaciones, especialmente en la temporada seca.

De acuerdo con una investigación realizada por la Vrije Universiteit de Ámsterdam, existe una alta probabilidad de que crecimiento de los niveles de las aguas termine causando el sumergimiento de algunas zonas de Bonaire tan pronto como en 2050. En los últimos tiempos, este riesgo se ha incrementado debido a la pérdida de buena parte de los arrecifes de coral.

Asimismo, se espera que se incrementen los problemas de salud en la población y derrumbe la industria turística, el principal motor económico de la isla. Cabe destacar que Bonaire es un reconocido destino de buceo a nivel mundial, y la destrucción de los arrecifes de coral podría ocasionar una reducción drástica del número de turistas.

Entretanto, el grupo de bonairenses que interpuso la demanda desea que Ámsterdam se comprometa a contribuir “de forma justa” con la meta de mantener el calentamiento global tan solo 1.5 grados por encima de los niveles preindustriales, lo que implicaría alcanzar un nivel de cero emisiones de gases de efecto invernadero para 2040, una década antes de lo planteado originalmente.

Asimismo, los demandantes exigen al gobierno planes detallados, desarrollados en conjunto con la población local, para proteger a Bonaire de los efectos de la crisis climática, con el fin de “garantizar que podamos seguir viviendo acá y transmitir nuestras tradiciones y cultura a nuestros hijos”.