Heavy rain
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Las calles y avenidas de varias locaciones del estado de Vermont quedaron intransitables después de ser azotadas por intensas tormentas, que en ocasiones han obligado a las autoridades a restringir el acceso a ciertas zonas, incluyendo la ciudad capital, Montpelier.

Estas inundaciones catastróficas han sido comparadas con las causadas por el paso del huracán Irene en 2011, que dejó a comunidades enteras anegadas y provocó la muerte de 40 personas en la costa este estadounidense. Si bien los niveles del agua han disminuido en Montpelier, la prohibición de movilizarse por el área había sido extendida hasta la tarde del martes.

De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, Montpelier recibió más de 13 centímetros de lluvia por metro cuadrado solo el lunes, ligeramente por encima de la cantidad de agua caída el 28 de agosto de 2011, durante el paso de Irene.

El Departamento de Policía de Montpelier se vio forzado a reubicar su despacho debido a que el sótano del Ayuntamiento quedó completamente inundado, mientras que tres torres de radio utilizadas para enviar bomberos y ambulancias en el condado de Washington se han visto comprometidas.

Según William Fraser, administrador principal de Montpelier, la urbe se encuentra en una situación altamente peligrosa debido al incremento de los niveles en la presa de Wrightsville.

“A la presa solo le quedan alrededor de 2 metros para alcanzar su límite de capacidad. Si se llega a exceder este límite, el aliviadero descargará agua en el río North Branch”, explicó el funcionario.

“La presa nunca ha pasado por este procedimiento, por lo que no tenemos precedentes de los daños que pudiesen ocurrir. Es probable que Montpelier reciba una gran cantidad de agua debido a esto, lo que ciertamente aumentaría drásticamente las afectaciones de la inundación actual”, agregó.

Vermont no es el único estado que ha sufrido el embate de las torrenciales precipitaciones. Las alertas de inundaciones que afectaron a más de 2 millones de personas en partes de Nueva Inglaterra y Oklahoma fueron desactivadas este martes, pero las autoridades aún permanecen en vigilancia constante.

“El hecho de que las lluvias hayan amainado en algunas áreas no implica que ya no exista amenaza de inundación”, indicó el gobernador de Vermont, Phil Scott, mediante un mensaje publicado en Twitter. “Por favor, manténganse alerta”, agregó.

Los equipos gubernamentales y de rescate todavía se encuentran laborando en diversas partes de Vermont y Nueva York, que sufrieron la peor parte de las inundaciones ocurridas el lunes.