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El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, ha permanecido hospitalizado desde el pasado lunes debido a ciertas complicaciones presentadas luego de una intervención médica menor, reveló su secretaria de prensa. Este es el primer comentario oficial que se realiza sobre la salud de Austin desde que fue ingresado al centro médico militar nacional Walter Reed la semana pasada.

De acuerdo con el secretario de prensa del Pentágono, el general Pat Ryder, Austin estaba “recuperándose bien”, pero aún se desconoce su fecha de alta del hospital. Ryder también aseguró de que se trataba de una “situación en evolución”.

Lo que ha causado revuelo con respecto a este asunto es el hecho de que el Pentágono no haya revelado la hospitalización de Austin, algo inusual y que va en contra de las prácticas acostumbradas cuando se trata de la salud del presidente o de otros altos miembros del gobierno estadounidense.

No obstante, Ryder alegó que no se hizo pública la ausencia de Austin por motivos médicos y de privacidad, y se negó a proporcionar mayores detalles sobre el tipo de intervención al que fue sometido el funcionario.

En este sentido, la Asociación de Prensa del Pentágono (PPA, por sus siglas en inglés), que agrupa a los representantes de los medios que cubren las noticias del departamento de defensa, escribió el sábado una nota de protesta dirigida a Ryder y al subsecretario de asuntos públicos del Pentágono, Chris Meagher.

“El hecho de que [el secretario de Defensa Lloyd Austin] haya estado en [el centro médico] Walter Reed desde hace cuatro días, y que el Pentágono apenas ahora esté informando al público un viernes por la noche es un escándalo”, reza la misiva de la PPA. “En este momento, en el que vemos crecientes amenazas a los militares estadounidense en Medio Oriente y en el que Estados Unidos juega un papel clave en las guerras en Israel y Ucrania, es crítico que el público esté informado sobre el estado de salud y la capacidad de toma de decisiones de su máximo líder de defensa”, agrega el escrito.

Entretanto, la Casa Blanca tampoco ha emitido comentarios sobre cómo y cuándo se enteró de la hospitalización de Austin, limitándose a remitir al Pentágono cualquier interrogante al respecto.

Austin, de 70 años, cuenta con una larga trayectoria de más de 40 años en el ejército, retirándose en 2016 como un general de cuatro estrellas.

Cabe destacar que su hospitalización se produce justo cuando grupos militantes han bombardeado con drones, misiles y cohetes algunas bases estadounidenses en Siria e Irak, lo que ha obligado al ejército a responder en varias oportunidades. Asimismo, el país norteamericano se ha puesto a la cabeza de una coalición marítima internacional para patrullar el sur del Mar Rojo, que desde hace algunas semanas es escenario de persistentes ataques a buques comerciales por parte de los hutíes de Yemen.