Hurricane
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El huracán Otis se transformó en cuestión de horas en un huracán de categoría 5 el martes y ha tocado tierra a primeras horas del miércoles en el balneario de Acapulco, ubicado en la costa del Pacífico de México, con vientos sostenidos de más de 260 kilómetros por hora, que los meteorólogos vaticinan que podrían causar “daños catastróficos”.

“Esta tarde, se está desarrollando en el sur de México un escenario de pesadilla, con Otis creciendo de forma impresionante mientras se acerca a la costa”, afirmó uno de los pronosticadores del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) a última hora del martes.

“La situación será especialmente grave en el área metropolitana de Acapulco, ya que el centro de este destructivo huracán probablemente pasará muy cerca o incluso sobre esta gran ciudad el miércoles a tempranas horas”, indica un informe del NHC. “Hasta el día de hoy no existían registros de huracanes ni siquiera cercanos a la intensidad de Otis en esa parte de México”, agrega.

El martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador publicó un mensaje en la red social X, anteriormente conocida como Twitter, en el que instaba a los habitantes de las regiones afectadas a “buscar refugios, permanecer en lugares seguros y alejarse de ríos, arroyos y quebradas”.

En Acapulco, que posee una población de más de un millón de personas, miles de residentes y turistas que se encontraban en la playa se apresuraron a regresar a sus hogares apenas empezó la lluvia y los vientos aumentaron su fuerza.

El gobierno del estado de Guerrero afirmó que 396 refugios se encontraban listos para recibir a aquellas familias que pudiesen verse obligadas a abandonar sus hogares a causa del viento o del aumento del nivel del agua. Asimismo, el ejército y la marina de México iniciaron el despliegue de  8.000 soldados para apoyar en las labores de rescate.

Se prevé que Otis descargue un promedio de entre 13 y 25 centímetros de lluvia en Guerrero, aunque en algunas áreas pudiese llegar hasta los 38 centímetros, lo cual aumentaría el riesgo de deslizamientos de tierra e inundaciones repentinas en el escarpado terreno del estado mexicano.

No obstante, los expertos pronostican que la feroz tormenta se debilitara rápidamente luego de tocar tierra, debido al relieve montañoso del territorio mexicano.

Mientras tanto, en el Atlántico, el huracán Tammy continuó su avance en dirección noroeste con vientos de 120 kilómetros por hora, luego de su paso por las Antillas Menores durante el fin de semana.

Se espera que Tammy comience a perder fuerza el jueves, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.