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Las autoridades económicas de Argentina aprobaron de forma urgente la subida de las tasas de interés y la devaluación de su moneda, el peso argentino, luego de que los activos entraran en caída libre el lunes como consecuencia de la victoria del populista de ultraderecha Javier Milei en las elecciones primarias que tuvieron lugar el domingo en el país sudamericano.

El gobierno devaluó el tipo de cambio hasta en un 18% y aumentó la tasa de interés clave en 21 puntos porcentuales en un intento desesperado por defender la divisa nacional. El peso registró una caída en el mercado paralelo de hasta un 14% hasta alcanzar mínimos históricos, aunque posteriormente mostró signos de una ligera recuperación.

Esta turbulencia se produjo después de que Javier Milei, un congresista que se cataloga a sí mismo como “libertario” y defensor de la dolarización de la economía, captara alrededor de un tercio de los votos en las elecciones primarias.

Alejo Costa, analista de la firma BTG Pactual, explica que, aunque a los inversionistas les placen las ideas de Milei, no dejan de sentir recelos por la “ejecución de sus políticas y el riesgo institucional, así como su estilo agresivo”.

El congresista ha prometido acabar con la clase política dominante que, según él, es la responsable de que el país no logre salir de un ciclo de crisis.  Argentina está al borde de su sexta recesión en 10 años y actualmente registra una inflación por encima del 100%. Milei cree que podría controlar la subida de los precios reemplazando el peso por el dólar estadounidense, pero muchos expertos opinan que esto podría desatar una hecatombe financiera.

Los argentinos, agobiados por el deterioro económico y político, dieron un duro golpe a la izquierda gobernante en los comicios del domingo, al culminar tercera con un 27% de los votos, por detrás de Milei y de la coalición de centroderecha.

Declarado admirador de Jair Bolsonaro y Donald Trump, Milei posee puntos de vista sociales bastante polémicos. Ha asegurado que, de llegar al poder, disolvería el Ministerio de la Mujer y un instituto gubernamental que lucha contra el racismo, impondría restricciones al aborto y facilitaría la compra y venta de armas en el país.

Argentina celebrará su elección presidencial el próximo 22 de octubre y, de ser necesario, una segunda vuelta el 19 de noviembre. Para evitar la segunda vuelta, el principal candidato debe recibir el 45 % de los votos válidos, o bien el 40 % de ellos, pero con 10% de ventaja sobre su más cercano competidor.