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Esta primera visita de Xi desde el inicio de la operación militar rusa en Ucrania parecería ser un espaldarazo para Putin y su gobierno.

El presidente de China, Xi Jinping, llegó este lunes a Moscú para una visita oficial de tres días en la que sostendrá un encuentro con homólogo ruso Vladimir Putin, algo que es seguido de cerca por Estados Unidos y sus aliados.

Esta primera visita de Xi desde el inicio de la operación militar rusa en Ucrania parecería ser un espaldarazo para Putin y su gobierno, que enfrenta una creciente presión sobre su economía.

“Estoy muy complacido por pisar de nuevo el suelo de Rusia, nuestro amistoso vecino”, expresó Xi, cuya primera visita como presidente de China ocurrió hace 10 años.

Pekín ha hecho un llamado al alto al fuego y al establecimiento de conversaciones de paz en reiteradas ocasiones, algo que ha sido recibido con agrado por Moscú pero que Kiev ha rechazado mientras las tropas rusas continúen en Ucrania.

“Sentimos mucho respeto por su iniciativa, y la estudiaremos”, afirmó Putin. “La cooperación entre nuestros países indudablemente fortalecerá el nuevo orden geopolítico y la multipolaridad”, agregó.

El encuentro entre los dos mandatarios se produce a solo días de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera una orden de captura contra Putin, acusándolo de crímenes de guerra en Ucrania. Sin embargo, ni Rusia, ni China ni Estados Unidos son miembros de la CPI, cuya función principal consiste en investigar y sancionar crímenes de guerra a nivel mundial.

Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, indicó que esta visita del líder chino “sugiere que China no está dispuesta a hacer responsable al Kremlin por las atrocidades ocurridas en Ucrania. Por el contrario, prefiere proporcionar una plataforma diplomática para que dichas atrocidades continúen”.

Entretanto, el Kremlin informó que ambos jefes de estado discutirán detalles para conformar una “asociación integral y una cooperación estratégica”. Desde las potencias occidentales temen que Putin pueda solicitarle armas a Xi, pero Pekín ha enfatizado que se centra en “la amistad y la paz”.

China se ha negado a condenar la operación militar rusa en Ucrania y ha dicho que mantiene una postura neutral, presentándose a sí misma como mediadora. El gobierno chino ha sacado a relucir como un éxito su mediación en la negociación entre Irán y Arabia Saudita, que culminó con el restablecimiento de los lazos diplomáticos entre dos países con una enemistad que databa de hace varias décadas.

Empero, en Ucrania insisten en la retirada de las fuerzas rusas para comenzar a considerar la propuesta de Xi.

“La clave para que el plan de China funcione es la capitulación del ejército ruso en concordancia con el derecho internacional y la Carta de la ONU”, aseguró el jefe de seguridad ucraniano, Oleksiy Danilov, en un mensaje publicado en la red social Twitter.