La gran historia del hombre sonrisas

Tal vez el nombre de Antonio Cepillo Boluda no te suene familiar, pero su seudónimo “Capitán Optimista” ya tengas una idea más clara. Fue un pediatra oncólogo de 36 años, que dedicó su vida a ayudar a pequeños pacientes con cáncer. Su corazón era de oro.

Recetaba “altas dosis de optimismo” a sus pacientes. Se dedicó a combatir la tristeza de los niños enfermos a los que trataba, siempre con alegría, sonrisas y juegos.

Sin dudas el cáncer es una enfermedad que no hace distinciones, simplemente aparece. Desafortunadamente en el 2016, Antonio se detectó un bulto en su cuerpo, lo que más tarde fue diagnosticado como cáncer. Sin embargo, pese a estar enfermo, el joven continuó con su maravillosa labor, aun si eso implicaba mantener su lucha para él mismo.

En junio de 2017 se convirtió en “Capitán Optimista”, un galardón que otorga la Fundación Hospital Optimista los médicos españoles que “humanizan los cuidados”. Como distinción obtuvo una nariz de payaso que Cepi llevaba con orgullo.

Como médico llegó a contar en un discurso que los médicos deberia tener más empatía y corazón con sus pacientes. En el mundo hay personas que entregan el alma en su vocación, dejándonos saber que existen rayos de esperanza en forma de personas que nos hacen creer que aún tenemos la oportunidad de cambiar las cosas.