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La erupción del Mauna Loa no representa un peligro inmediato para las grandes ciudades del archipiélago.

Grandes cantidades de lava y ceniza brotaron este lunes desde el volcán Mauna Loa, el volcán activo más grande del mundo, en su primera erupción en casi 40 años, mientras las autoridades locales recomendaban a las personas que viven en la Isla Grande de Hawái que se preparasen para un posible evento catastrófico.

Por los momentos, la erupción del Mauna Loa no representa un peligro inmediato para las grandes ciudades del archipiélago, pero el Servicio Geológico de Estados Unidos emitió una alerta dirigida a las 200.000 personas que habitan en la Isla Grande en la que planteaban que una erupción “puede ser muy cambiante y la dirección y velocidad de los flujos de lava puede sufrir alteraciones repentinas”.

De acuerdo con Ken Hon, del Observatorio de Volcanes de Hawái, la erupción comenzó el domingo por la noche, siendo precedida por una serie de temblores de variada intensidad.

Afortunadamente, las áreas afectadas por la lava, el cráter principal y los respiraderos a lo largo del flanco noreste del volcán se encuentran lejos de lugares habitados.

Las autoridades instaron al público a mantener una distancia prudente de la zona, dados los peligros que representa la lava, cuyos chorros pueden alcanzar hasta 60 metros de altura desde tres fisuras separadas que se estiman en aproximadamente 1 a 3 kilómetros de largo.

Por otra parte, los gases volcánicos que salen de los respiraderos, principalmente dióxido de azufre, también representan una amenaza para la salud de las personas.

Libby Char, directora del Departamento de Salud de Hawái, afirmó que, hasta el momento, la calidad del aire en la Isla Grande es buena en líneas generales, pero destacó que las autoridades monitorean constantemente este parámetro.

Hon, por su parte, explicó que la calidad del aire podría verse afectada durante el evento, que los científicos esperan que se extienda por un período de una o dos semanas si el volcán sigue su patrón de comportamiento histórico.

Ver la erupción de Mauna Loa es una experiencia nueva para muchos residentes de la Isla Grande, cuya población se ha duplicado desde la última vez que el volcán se activó en la década de 1980.

En esta ocasión, los científicos esperan que el flujo sea similar al de la erupción de 1984, donde la lava era viscosa y lenta.

Más de un tercio de los residentes de la isla viven en la ciudad de Kailua-Kona (23.000 personas), al oeste de la montaña, e Hilo (45.000 personas), al este. No obstante, los funcionarios estaban más preocupados por varios pequeños asentamientos a unos 60 kilómetros al sur del Mauna Loa que albergan a unas 5.000 personas.