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En Europa, el gas natural se ha disparado casi un 600% durante este 2021.

El alza de los precios de la electricidad y el gas ha encendido las alarmas en las altas esferas del poder político en Europa y ha provocado incertidumbre en los mercados globales a lo largo de la semana, debido al temor de una crisis de energética en invierno que podría fortalecer la posición de Rusia, país con enormes reservas de gas natural.

El precio del petróleo de los Estados Unidos marcó en la jornada pasada su nivel más alto los últimos siete años, mientras que el gas natural también batió récords, en un momento en el que China y otros grandes consumidores intentan manejar la enorme demanda (que se ha recuperado más rápido de lo esperado) posterior a la recesión causada por la pandemia de COVID-19.

En Europa, el gas natural se ha disparado casi un 600% durante este 2021, principalmente debido a la preocupación sobre las cantidades almacenadas, las cuales se teme que sean insuficientes para paliar el duro invierno europeo. Por su parte, en los Estados Unidos, las inversiones relacionadas con la actividad gasífera alcanzaron su máxima cotización en más de una década.

Las dudas sobre si el aumento de los precios de la energía tendrá un impacto significativo en la inflación y en las tasas de interés terminó teniendo una influencia negativa en los mercados de valores y bonos en Europa, sobre todo en Gran Bretaña, donde varias compañías de energía se vinieron abajo como resultado del aumento de precios.

El tema ha sido una prioridad en la agenda de la reunión de líderes de la Unión Europea de este miércoles.

“Creo que tenemos que es bastante evidente que los precios del gas se están disparando”, expresó la presidenta de la Comisión de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, quien además solicitó una mayor inversión en energías renovables.

Asimismo, las críticas hacia Rusia, uno de los principales proveedores de gas natural del bloque europeo, no han escaseado, ya que según von der Leyen, el país eslavo no ha puesto empeño suficiente en aumentar los suministros.

Como respuesta, el presidente Vladimir Putin aseguró este miércoles que su país sí estaba aumentando el suministro de gas a Europa y que no veía dificultades para lograr la estabilidad del mercado.  No obstante, uno de los directivos de Gazprom, la empresa nacional de gas de Rusia, ha manifestado que priorizaría el mercado local antes que las exportaciones, puesto que esperaban un invierno muy crudo.

Todo esto se da en medio de la construcción del gasoducto Nord Stream 2, que ha causado polémica entre Estados Unidos y Europa, debido a que algunos lo ven como un lazo que sellará la dependencia energética europea de Rusia.